Ahora que la preocupación por los problemas del cambio climático o el mal uso de las materias primas está más presente que nunca en la sociedad, es el momento de pensar en que valores como el respeto por el medio ambiente, reciclaje o sostenibilidad deben aprenderse desde pequeño.

En este contexto, cobran más protagonismo que nunca los bosquescuelas, un modelo educativo que se basa en la enseñanza al aire libre, impartiendo una pedagogía alternativa dirigida a los niños que se encuentran en la etapa de Educación Infantil. Su objetivo no es otro que enseñar a los más pequeños de la casa dentro de un entorno natural, aprovechando todos los recursos y materiales que ofrece el medio.
¿Por qué apostar por este modelo educativo?
Este aprendizaje al aire libre nace de la propia experiencia del niño, siempre dentro de un entorno natural donde conocen y viven experiencias reales.
Este modelo de enseñanza aporta un gran número de beneficios a los niños, principalmente tres, relacionados con la salud, la parte cognitiva y los valores.
Los bosquescuelas ayudan a mejorar la salud de los pequeños, ya que al estar en un entorno al aire libre, cuentan con un escenario perfecto para jugar o hacer ejercicio sin contaminantes. También es un modelo que fomenta la creatividad y el ingenio, permitiendo que sean ellos los que creen sus propias herramientas para trabajar en equipo o jugar.
A todo ello se suma que el estar en permanente contacto con la naturaleza, los niños aprenderán a respetarla y quererla, interiorizando conceptos tan importantes como reciclaje, recursos naturales o sostenibilidad.
La sostenibilidad del futuro
Sentar estas bases desde pequeños supone el poder contar en el futuro con personas respetuosas con el medio ambiente y amantes de la naturaleza. Sin duda, un hecho importante debido a la lucha constante que existe en la actualidad contra el cambio climático.
La Tierra cada vez está más deteriorada y esto es, en gran parte, por la falta de empatía que a lo largo de los años los humanos han tenido con ella. Las consecuencias del pasado se están notando en el presente y el futuro es bastante incierto en este sentido.
Este innovador modelo educativo puede ayudar a crear personas que cuiden del entorno en el futuro. Un claro ejemplo de escuela sostenible que pretende introducir en los más pequeños los objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU que son la educación de calidad, la acción por el clima, abogar por la vida de los ecosistemas terrestres y la necesidad de crear alianzas para alcanzar todos estos objetivos.
Un método asentado en Europa
Este innovador sistema educativo nació en Dinamarca en la década de los 50 y, desde entonces, en el país cada vez hay más escuelas que ofrecen este formato a las familias. De hecho, alrededor del 20% de los jardines de infancia daneses cuentan con esta modalidad, demostrando así la efectividad de la misma.
Aunque en Europa el modelo está bastante asentado, también en España cada vez se ven más bosquescuelas. Philip Bruchner es gran responsable de este, ya que en 2015 fundó el Bosquescuela Cerceda en Madrid. A medida que ha ido pasando el tiempo, su modelo ha crecido de manera exponencial y en la actualidad, también cuenta con otros centros en Barcelona, Málaga y Granada.
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