Esta semana es muy especial, porque se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Por este motivo y porque uno de los valores, y de las razones de ser, de la Fundación ECOLEC es la protección nuestro entorno, queremos dedicar este post a la importancia de la educación ambiental desde pequeños.
Según la ONU, la educación ambiental o para la sostenibilidad es un movimiento que promueve el respeto y cuidados de las personas -incluidas generaciones presentes y futuras- de la diversidad, del Medio Ambiente y de los recursos del planeta.
La educación permite comprendernos a nosotros mismos y a los demás, a la vez que entender los vínculos que nos unen a los entornos naturales y sociales.
¿La educación ambiental es una novedad?
En este sentido, y para alcanzar esta definición ya se planteó en 1975 la Carta de Belgrado y, a día de hoy, se siguen compartiendo los mismos objetivos para toda la ciudadanía:
- Ayudar a las personas a que adquieran una mayor sensibilidad del Medio Ambiente y sus problemas.
- Aportar conocimientos sobre el Medio Ambiente en su totalidad y de los problemas relacionados con él tomando una actitud crítica.
- Promover valores sociales que impulsen a la ciudadanía a participar activamente en su protección.
- Ayudar a las personas para que adquieran las aptitudes necesarias para resolver los problemas ambientales.
- Evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales y educativos.
- Incitar a que la sociedad desarrolle su sentido de responsabilidad
- Hacer que todos tomemos conciencia de la necesidad de prestar atención a los problemas del Medio Ambiente, para que se tomen medidas adecuadas.
En definitiva, que toda la población sea consciente y se preocupe por el Medio Ambiente a través de la educación.
Con estos objetivos se busca que la ciudadanía tenga conocimientos y herramientas para trabajar como colectivo, pero también de forma individual en cualquier problema que atañe al Medio Ambiente.
¿Cómo concienciar a los más pequeños?
Por tanto, es esencial que desde pequeños se cree conciencia de la importancia de este tema. En la escuela, en el entorno familiar y en los círculos de amigos, los más pequeños deben recibir información sobre la importancia de convivir y respetar nuestro entorno.
Por supuesto, la forma de transmitir los conocimientos y las herramientas tienen que estar adaptadas a la edad de los niños para llamar su atención y que retengan la información de una manera más sencilla.
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