Definición
La Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, define los residuos peligrosos (RP) como aquellos residuos que presentan una o varias de las características de peligrosidad enumeradas en el anexo III de la Ley 22/2011, y aquel que pueda aprobar el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa europea o en los convenios internacionales de los que España sea parte, así como los recipientes y envases que los hayan contenido.
Modelo de gestión
El modelo de gestión que se aplica a los residuos comerciales e industriales peligrosos consiste en la obligación por parte del productor o poseedor de mantenerlos en condiciones optimas hasta que los entrega a un gestor autorizado, usar los servicios de un transportista de residuos registrado, y sufragar los costes derivados de la gestión. Estas operaciones están sometidas a sus respectivas autorizaciones, comunicaciones previas de actividad y controles por parte de la Comunidad Autónoma competente.
La autorización, vigilancia y control de los residuos peligrosos se aplica a todas las fases del ciclo de vida de este tipo de residuos: producción, envasado, clasificación y etiquetado, recogida, transporte, almacenamiento, valorización y eliminación.
Según el MMA, durante el periodo 2000-2006, se ha producido una considerable mejora de la capacidad de tratamiento para los RP. En cuanto a la capacidad de tratamiento declarado, aproximadamente un 14 % corresponde a tratamientos “in situ”. Uno de los principales problemas en la gestión de los RP sigue siendo el alto porcentaje que se destina a eliminación.
En cuanto a las técnicas e instalaciones para su gestión, destacan los tratamientos físico-químicos y biológicos, de estabilización e inmovilización de sustancias, así como los depósitos de seguridad para este tipo de residuos.