Alcanzar la sostenibilidad, minimizar el impacto medioambiental y reducir el uso de combustibles fósiles son propósitos que todos deberíamos marcar en nuestra agenda, si es de nuestro interés cuidar y proteger el planeta. Por ello, cada vez son más las personas que buscan el cambio por medio de fuentes de energía alternativas que no contaminen y sean igual de eficientes. Renovables como la solar, la eólica o la hidráulica son conocidas por las ventajas y funcionalidades que ofrecen. Sin embargo, hoy nos vamos a detener a explicar un sistema que ha ido ganando presencia, en los últimos años, y posee un brillante futuro por delante: la energía aerotérmica.

Definida como fuente de energía renovable desde hace más de diez años por la Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo, la falta de conocimiento general acerca de la energía aerotérmica ha hecho que no muchos sean los que estén familiarizados con ella. Por ello, es necesario señalar que posee la misma importancia que otras fuentes de energía y ofrece muchos beneficios para nuestro entorno.
Básicamente, nos encontramos ante una tecnología que aprovecha la energía almacenada en el aire en forma de calor. Un sistema aerotérmico se compone de dos unidades, una externa, una bomba aire-agua que absorbe aire, lo comprime y recupera su energía, y una interna, que procede a transferirla a un circuito refrigerador que calienta el agua y climatizar una vivienda por completo.
Ventajas e inconvenientes de la energía aerotérmica
La rentabilidad de la energía aerotérmica es el principal aliciente para plantearse su uso. Al poseer un rendimiento cuatro veces superior al que ofrece una tradicional caldera de gas, un usuario es capaz de ahorrar entre un 50 y 75% de su factura anual si emplea este tipo de sistema. Además, al funcionar con electricidad, su gasto puede minimizarse si apostamos por el autoconsumo y contamos con varios paneles fotovoltaicos. Las instalaciones se adaptan a todo tipo de edificios, desde hogares unifamiliares hasta comunidades de vecinos y oficinas, y requieren de muy poco mantenimiento.
Sin embargo, la aerotérmica presenta algunos inconvenientes que deben mencionarse. En primer lugar, el coste de instalar un sistema de este tipo, a pesar de ser rentable con el tiempo, requiere de una inversión económica importante. Además, se necesita adaptar y acondicionar parte del espacio de la vivienda para su instalación. Su eficiencia puede verse también reducida en lugares con condiciones climáticas extremas en invierno. A menor temperatura, menor calor se extrae y menor rendimiento tiene.
Aún con estos apuntes, y gracias a todas sus prestaciones, su uso está siendo cada vez más extendido. Y cómo la tecnología no deja de avanzar y mejorar estos sistemas, podemos presagiar que la energía aerotérmica logrará posicionarse dentro de pocos años a la cabeza en el sector de las renovables. Un punto clave para cumplir con los objetivos de descarbonización y consumo energético que nos hemos planteado alcanzar.
Deja una respuesta