Cada 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, una fecha destinada a concienciar sobre la importancia de conservar la fauna y recordar el papel esencial que juegan los animales en la salud del planeta. Los ecosistemas naturales dependen de la diversidad de especies que coexisten en el mundo y la buena relación entre animales, plantas y seres humanos es fundamental para mantener el equilibrio ecológico.

Mantener los ecosistemas
Una de las funciones esenciales que llevan a cabo los animales es mantener un correcto equilibrio entre los ecosistemas. Sin ir más lejos, las especies depredadoras controlan a las poblaciones de animales herbívoros con el objetivo de evitar la sobreexplotación de los recursos vegetales. Por su parte, estas especies herbívoras contribuyen al crecimiento de las plantas mediante el denominado ciclo de nutrientes, dispersando las semillas y ayudando a fertilizar el suelo con sus excrementos. Esta interacción constante permite que la biodiversidad siga su curso natural y evita que se colapsen los ecosistemas.
Polinizar y regenerar las plantas
Los animales también contribuyen en la salud del planeta con la polinización de una amplia variedad de plantas, en concreto, especies como las abejas, los murciélagos, las aves o las mariposas son las principales responsables de esta acción, teniendo en cuenta que en esta polinización se incluyen muchas planteas que proporcionan alimentos para las personas. Sin estos animales la producción de alimentos se reduciría notablemente lo que afectaría tanto a la seguridad alimentaria como a la estabilidad de los ecosistemas. De igual modo, otras especies tales como los primates o los elefantes, ayudan a regenerar los bosques, puesto que se encargan de dispersar semillas en sus excrementos, lo que favorece el crecimiento de nuevas plantas.
Regular el clima
En buena parte, los animales regulan el clima de manera indirecta. Por ejemplo, los océanos se han convertido en uno de los mayores sumideros de carbono del planeta y, en este terreno, las especies marinas, como es el caso de las ballenas, son muy importantes en este proceso, ya que impulsan el crecimiento del fitoplancton que son organismos que tienen la capacidad de absorber grandes cantidades de dióxido de carbono y a su vez, producir oxígeno. Gracias a la presencia de animales marinos en buenas condiciones permite que los ecosistemas acuáticos puedan funcionar como reguladores climáticos.
En base a todo ello, hay que decir que la conservación de los animales es esencial para proteger la biodiversidad y mantener el equilibrio de los ecosistemas que sostienen la vida en el planeta.
Deja una respuesta