Con este lema, a comienzos del pasado mes junio tuvo lugar una mesa redonda de IberFerr en donde se debatió cómo se están tambaleando las estructuras que durante más de medio sigo sostuvieron con éxito al sector de la ferretería; la necesidad de crecer, de compartir recursos, de combatir la crisis, de cumplir la nueva normativa ambiental, de aprovechar todas las ventajas de Internet y de ofrecer más y mejores servicios al consumidor
Los miembros de esta mesa, compuesta por algunos de los máximos representantes del mundo de la distribución, fabricantes y ferreteros, fueron Alejando Lara, director gerente del Grupo de Compras Industriales (GCI); Françesc Martínez, presidente/gerente/cofundador de la cooperativa CIFEC, BDI y C+C; José Manuel Cebader, director de marketing de HMY-Yudigar; Juan Ignacio Pérez-Nievas, gerente y consejero en COARCO y SOLFER; Isidro Argerich, director comercial de Control Integral; María José Díaz, directora de marketing de Bricogroup; Miguel Andrés Ortiz, vicepresidente/gerente de AGREFEMA y Grupo Ortiz; Rafael Serrano, director de Relaciones Institucionales de la Fundación Ecolec, y Óscar Madrid, presidente/cofundador COMAFE, ANCOFE y C+C.
La transformación de la industria ferretera en España es consecuencia de la crisis y del agotamiento de desfasadas estructuras. El resultado es un sector convulso que registra una bajada tremenda de ventas, en un estadio nuevo, una situación distinta en la que la unión es fundamental. La palabra clave ahora es «ventas» y todo se orienta a potenciarlas. Para lograrlo es imprescindible que las empresas ganen en eficiencia y limiten sus costes operativos, algo que sólo es posible si evitan la duplicación de estructuras y unen los recursos disponibles.
En palabras de Rafael Serrano, director de Relaciones Institucionales de la Fundación Ecolec, presente en la mesa redonda, «nos vamos a encontrar muy pronto con una nueva realidad legislativa que va a implicar una mayor obligación para los fabricantes y distribuidores, en lo que a esfuerzo se refiere, en la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos».
Para Serrano, las obligaciones que tenía la distribución con respecto a esta normativa eran escasas. «La modificación que viene (haciendo referencia a la Nueva Directiva RAEE) cambia el rol del distribuidor y le plantea un papel más activo». Citó como ejemplo la nueva norma según la cual las tiendas de al menos 400 m2 tendrán la obligación de recoger las herramientas eléctricas antiguas y aparatos que le entreguen, aunque quien lo haga no compre una nueva (tal y como ocurría hasta ahora); y la forma de hacerle frente: «si vuestra competencia utiliza un sistema ordenado de recogida y gestión de residuos como reclamo o argumento de venta, quienes no lo tengáis quedaréis en desventaja frente a ellos».
Entre las conclusiones, fabricantes, distribuidores y ferreteros destacan cuatro factores fundamentales: la fusión de distintos operadores, la cesión del protagonismo al punto de venta, el uso intensivo de las nuevas tecnologías y la creación de marcas propias. Todo ello en comercios distintos, con una estética interior y exterior apropiada, más acorde con las necesidades del consumidor.