Esta Jornada, celebrada en Madrid el 16 de abril, fue organizada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (Idae) en colaboración con Escan, consultores energéticos. Inaugurada por Fernando García Mozos (jefe del departamento de Domésticos de y Edificios de Idae, contó con la participación de profesionales del sector como Cristina Cañada Echániz (Idae), quien observó el resultado muy positivo de los Planes Renove; David Molina (Anfel), quien subrayó que los aparatos puestos en el mercado se podrán seguir vendiendo sin límite temporal, y César Domínguez (Fece) que hizo hincapié en la percepción e inquietudes de los comerciantes de electrodomésticos respecto al etiquetado energético.
La etiqueta energética es un documento en forma de adhesivo de cada producto que incluye información del consumo energético y otras características, siguiendo una escala de clases energéticas. La nueva etiqueta se utiliza en la gama blanca (frigoríficos, congeladores, vinotecas, lavadoras y lavavajillas), aire acondicionado y televisores, otros aparatos siguen con la antigua etiqueta energética: hornos eléctricos, secadoras y bombillas. Los aparatos introducidos en el mercado con el antiguo etiquetado se pueden seguir vendiendo en los comercios sin límite temporal (Fuente Anfel).
La etiqueta incluye una escala de clasificación de siete clases energéticas de A hasta G con tres clases adicionales A+, A++ y A+++. El nuevo diseño de la Directiva Marco 2010/30/UE es uniforme en toda la Unión Europea y utiliza pictogramas para una mejor comprensión.
Todos los agentes de la cadena de suministro están implicados: el fabricante es el responsable de confeccionar la etiqueta de los electrodomésticos que la precisen e incluirla junto con el producto; los distribuidores y comerciantes deben colocar cada etiqueta en el electrodoméstico expuesto (en la parte frontal o superior) y el consumidor es informado de las características del mismo mediante la ficha del producto y la etiqueta. La etiqueta se puede utilizar como potente herramienta de marketing mediante la que el consumidor recibe información gracias a la cual podrá contribuir a disminuir su facturación de energía eléctrica.
Todos ellos aspectos que pudieron repasarse durante esta Jornada, organizada en el marco del proyecto europeo «Come On Labels», cofinanciado por el Programa Energía Inteligente para Europa y liderado en España por la consultora energética Escan. El objetivo es promover el nuevo etiquetado energético, informando sobre la normativa del actual etiquetado energético.
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