La Unión Europea sigue trabajando en el ámbito de la sostenibilidad. Poco a poco se están actualizando, o creando, normativas referentes a diferentes productos y materiales. Los objetivos pasan por reducir la generación de residuos; disminuir la contaminación; y contribuir en el reciclaje, en la reutilización de materias primas y en el impulso de la economía circular. El foco se centra ahora en los envases, para los que la UE está en proceso de aprobar un nuevo reglamento.

El Consejo y el Parlamento ya han llegado a un acuerdo sobre esta nueva normativa, y se está a la espera de la presentación del mismo a los Estados miembros y a la Comisión de Medio Ambiente para su refrendo. El objetivo principal es llevar a los envases a una sostenibilidad mayor y reducir sus residuos, dentro de una armonización en el mercado interior de la Unión Europea. Para ello, la futura normativa abarcará la totalidad del ciclo de vida de los envases.
Principales requisitos de la normativa
Lo primero a tener en cuenta por los productores es que con este nuevo reglamento se va a exigir que todos los envases sean reciclables. En los envases de plástico habrá que cumplir un objetivo mínimo de contenido reciclado de cara a 2030 y 2040, y habrá objetivos de reutilización. Se terminará, además, con muchos envases “innecesarios”, como se explica desde la UE, al establecer un límite de espacio vacío del 50% como máximo, cuestión que entra también en el comercio electrónico. Fabricantes e importadores tendrán la exigencia de reducir el peso y el volumen de los envases, exceptuando los diseños protegidos de envases.
Además, se restringen envases de plástico de un solo uso, habituales en el sector hostelero para alimentos y bebidas, o para productos a granel; o pequeños envases cosméticos o de aseo, como mini botes de champú.
Objetivos para 2029
Para caminar hacia esa sostenibilidad y esa protección del medio ambiente, el nuevo reglamento tiene objetivos para los Estados miembros. De aquí a 2029, se tienen que recoger hasta el 90% de las botellas de plástico y de los recipientes de metal de un solo uso para bebidas. Para ello, los Estados miembros tendrán que establecer un sistema que sirva de depósito y devolución para estos envases, excepto si logran una recogida separa superior del 80% en 2026 sumado a un plan estratégico a ejecutar para llegar al 90%.
En definitiva, la Unión Europea con este nuevo reglamento pretende seguir renovando su normativa para lograr una mayor sostenibilidad, así como disminuir la contaminación con la reducción de residuos.
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