Muchas son las personas que invierten parte de sus ahorros para intentar sumar más poder adquisitivo. El mercado inmobiliario, depósitos bancarios, acciones de bolsa…hay muchas opciones para intentar un salto económico, incluso hay caminos de inversión bajo un punto de vista sostenible y alineado para hacer frente al Cambio Climático. Se trata de los fondos de inversión verdes. Pero antes de conocer qué es este tipo de inversión hay que explicar qué son los fondos de inversión.

Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los fondos de inversión “son IIC (instituciones de inversión colectiva). Consisten en un patrimonio formado por las aportaciones de un número variable de inversores, denominados partícipes. El fondo lo crea una entidad, la gestora, que es la que invierte de forma conjunta esas aportaciones en diferentes activos financieros (renta fija, renta variable, derivados o cualquier combinación de estos, etc) siguiendo unas pautas fijadas de antemano. Así, cada partícipe es propietario de una parte del patrimonio del fondo, en proporción al valor de sus aportaciones. Los aumentos o disminuciones del valor del patrimonio se atribuyen proporcionalmente a los partícipes”.
Es decir, se trata de que otro -una gestora – invierta tu dinero, y el de otras personas, bajo unos parámetros y variables que conoces previamente. Existen miles de fondos en los que puede depositar su dinero el inversor. Muchos de ellos son temáticos, es decir, la inversión se realiza en aspecto concretos: tecnología, salud, energía… y sostenibles.
Los fondos de inversión verdes, que van ligados a la sostenibilidad, tienen una filosofía de inversión bajo criterios medioambientales y responsables. Así, cualquier persona puede depositar parte de sus ahorros en un fondo de inversión que luche con su movimiento monetario contra el Cambio Climático o a favor de las energías verdes, por ejemplo.
Cómo saber si un fondo es verde
Desde la organización WWF España, dedicada a la defensa de la naturaleza y el Medio Ambiente, ponen encima de la mesa varios puntos para saber si un fondo de inversión es realmente verde. Para ello, señalan, el fondo tiene que tener en cuenta los objetivos ambientales, sociales y de buena gobernanza; la inversión indica que se alinea con los objetivos climáticos del Acuerdo de París; la inversión contiene objetivos de reducción de emisiones de carbono o de adaptación al Cambio Climático; y cumple con el principio de no causar daño significativo a ningún otro objetivo medioambiental.
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