Los alimentos ecológicos están más que asentados en la sociedad. La presencia de los mismos en los supermercados y en las tiendas de alimentación está en alza y suelen ocupar apartados específicos. Muchas son ya las personas que buscan los alimentos ecológicos, los cuales tienen una mayor calidad debido al proceso natural en su producción, con el cumplimiento de unas normas, agrícola o ganadera y en su consumo suman un plus en la salud de cada uno. También, con su compra se colabora en la sostenibilidad ambiental; en la protección del Medio Ambiente; la reducción de la contaminación; e incluso en la creación de empleo verde.

Estos productos llevan consigo el bienestar de las especies animales y el desarrollo sostenible. El abanico de productos y derivados es muy amplio. Frutas, verduras, huevos, pasta, arroz, carne, pescado, leche.. son solo algunos ejemplos. Y cada vez son más protagonistas en las mesas, no solo de los hogares, sino de los bares y restaurantes, que venden en sus cartas estos productos de calidad en sus distintos platos y elaboraciones.
Normas de producción ecológica
Todos estos alimentos que llegan hasta el mantel tienen detrás un cumplimiento de normas específico para certificar su calidad y origen ecológico. En la Comisión Europea de Agricultura y Desarrollo Rural se recogen normas que tienen como objetivo la protección del medio ambiente, mantener la biodiversidad de Europa y consolidar la confianza de los consumidores en los productos ecológicos.
Entre los principios fundamentales aparece la limitación del uso de fertilizantes, herbicidas y plaguicidas; y la prohibición del uso de hormonas. Asimismo, para mantener la fertilidad del suelo y la salud de animales y plantas se debe realizar, entre otras cuestiones, la rotación de cultivos; y la prevención del sobrepastoreo.
Por otro lado en la publicación, de años pasados, Alimentos Ecológicos, Calidad y Salud, de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, se desarrolla que los objetivos fundamentales de la Agricultura Ecológica son: conservar o aumentar la fertilidad del suelo e impedir la degradación de su estructura; evitar cualquier tipo de contaminación; prescindir de productos químicos de síntesis; controlar biológicamente las plagas y enfermedades de las plantas; y respetar los equilibrios ecológicos naturales; entre otros.
Normas para la ganadería
También existe una serie de obligaciones que tienen que cumplir los ganaderos para poder poner la etiqueta ecológica a sus productos. En el mismo portal de la Comisión Europea se hace referencia a una serie de normas aplicables a la ganadería. Por ejemplo, tienen que alimentar a sus animales con piensos 100% ecológicos; el atado o el aislamiento de animales están prohibidos salvo cuando se trate de un animal individual por un período limitado y solo por razones de bienestar, seguridad o veterinarias; y los piensos deben obtenerse principalmente en la explotación en la que los animales se crían o de explotaciones de la misma región, entre muchas otras cuestiones.
Es imprescindible cubrir las necesidades nutricionales de todos los animales y respetar al máximo sus comportamientos alimentarios, tal y como se recoge en la publicación de la Consejería. Es una de las directrices para obtener una producción óptima.
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