Industrias López Soriano (Ilssa) es un Grupo Industrial con sede en Zaragoza con una actividad muy diversificada en la que destacan el reciclado y la valorización de productos fuera de uso. En su haber, destacan sus instalaciones, con 35.000 m2 de terreno y 9.000 m2 de naves industriales; un personal altamente cualificado y una flota de vehículos y maquinaria específica que hacen de Ilssa un agente altamente especializado en materia de residuos.
P.- ¿Puede describirnos qué es el Grupo ILSSA y cuál es su actividad vinculada con los RAEE y RPA?.
R.- Nuestro Grupo Industrial está altamente diversificado, pero una de sus actividades principales siempre ha girado en torno a la actividad del reciclado y valorización de productos fuera de uso. A finales de los años 90 nos dimos cuenta que los nuevos requerimientos legales a nivel internacional, así como la progresiva escasez y carestía de materias primas, nos conducían a la apertura de un nuevo sector industrial que debería tener un gran desarrollo en el futuro y que progresivamente exigiría nuevos requerimientos tecnológicos y una alta exigencia en sinergias entre empresas, por eso nos pareció oportuno desarrollar la idea de crear en Zaragoza un Parque Tecnológico especializado, no sólo en las actividades industriales de reciclado, sino abierto a todas aquellas que valorizan productos procedentes de tal actividad.
El Grupo dispone de una planta de reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos muy moderna, que ha supuesto una importante inversión, que trabaja en toda España con los SIG más importantes del país.
P.- ¿Cuál es su opinión acerca de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados?, ¿en qué aspectos esenciales les afecta en el desarrollo de su actividad o en las relaciones con otros agentes que participan en el proceso del reciclaje?.
R.- Como todo cambio normativo, la aprobación de la nueva Ley de Residuos conlleva aparejado retos y oportunidades para los operadores en el mercado de la gestión de residuos. La Ley introduce nuevos conceptos y definiciones que para que sean operativos necesariamente deberán desarrollarse reglamentariamente.
Es necesario avanzar hacia una aplicación efectiva que simplifique la legislación de residuos, que conlleve una validez “real” de las autorizaciones en todo el territorio nacional y que elimine las disfuncionalidades creadas por los regímenes jurídicos en la materia creados por las Comunidades Autónomas.
Esta Ley está llamada a contribuir a desarrollar un sector de residuos más sostenible pero no podrá allanar la consecución de este objetivo mientras no remueva los obstáculos que ya existían con la Ley anterior.
P.- Un aspecto muy importante en el trabajo de una planta está en la optimización del espacio y el correcto almacenamiento de los residuos pero, para lograrlo, ¿hasta qué punto es importante contar con un buen sistema de contenerización en el lugar de origen, la denominada logística inversa?.
R.- Todo almacenamiento de residuos implica un ejercicio de equilibrio entre costes de las cadenas de reciclado, el transporte y la gestión de los stocks de materiales; tanto por procesar, como ya procesados. El sector de residuos no dista mucho de otros procesos industriales.
En nuestro caso un control eficiente de los stocks permite optimizar costes de gestión de los residuos y te hace más competitivo. Es un aspecto que debe ser objeto de mejora continua por la enorme variabilidad de los residuos que gestionamos, un factor diferencial al que no se enfrentar otros sectores industriales.
P-. ¿Cree que el Reglamento (UE) Nº 333/2011 sobre el Fin de Condición de Residuo de la Chatarra férrica (hierro y acero) y de aluminio de la nueva Ley de Residuos deja suficientemente claro la diferencia de cuándo uno de estos residuos deja de serlo?, ¿cómo les afecta el nuevo Reglamento?.
R.- Cualquier sustancia, material u objeto puede convertirse en un residuo, incluso un producto, sólo basta con desecharlo. Por el contrario, un producto no es cualquier sustancia o material. Este Reglamento no deja de ser un conjunto de criterios de interpretación para aplicar el concepto de fin de condición de residuos a la chatarra férrica y no férrica. Por provenir de la aplicación de un concepto indeterminado se debe avanzar hacia la estandarización de materiales y usos de las materias primas de segunda generación para que estos materiales sean verdaderos productos. Además, este objetivo no estará logrado en tanto no existe una armonización con otros regímenes jurídicos, como los fiscales, que afectan a los residuos que adquieren la condición de productos.
P.- Las Comunidades Autónomas están ahora mismo revisando las solicitudes de muchos agentes involucrados en el sector del reciclaje para comprobar si se adecúan a los requisitos de la nueva Ley de residuos y poder autorizar sus actividades, ¿cree que este proceso provocará una «purga» de, llamémosle, «agentes paralelos» hasta ahora no controlados de forma efectiva?.
R.- El proceso de revisión de las autorizaciones de los gestores de residuos que encaran las Comunidades Autónomas es una oportunidad para racionalizar el sector, para adecuar los umbrales de exigencias a estos actores y para profesionalizar el sector. La Ley introduce nuevas figuras que intermediarán en la gestión de residuos. Es necesario definir reglas de juego claras y que todo el mundo se atenga a ellas, con iguales obligaciones y exigencias para cualquier operador que realicen una misma actividad. En tiempos de crisis económicas aceptamos una competencia más dura en el sector de los residuos pero debe ser leal y en igualdad de condiciones.
P.- En estos tiempos de crisis, ¿cuál de sus actividades (gestión de residuos peligrosos o no peligrosos) se ha visto más afectada, en qué volumen o proporción de negocio?.
R.- La actividad de gestión de residuos, tanto peligrosos como no peligrosos, está vinculada principalmente a la actividad industrial y al consumo. El difícil contexto económico en el que está inserta España ha resentido el nivel de actividad del sector de gestión de los residuos porque se reduce su producción, se alargan los periodos de almacenamiento y se reducen los precios de gestión por la competencia por captar los flujos en el mercado.