A punto de celebrarse el vigésimo aniversario del Convenio de Basilea, su Secretario General de la Red Asiática, Junya Kikkuhara, ha aterrizado en España con el propósito de visitar instalaciones que pudieran cumplir los requisitos de Gestión Medioambientalmente Sostenible (ESM, en inglés), un nuevo concepto en el que trabaja actualmente la Convención. Aprovechando su estancia, hemos tenido una conversación en las que nos detalla la experiencia y trayectoria del Convenio de Basilea y sus nuevas apuestas.
P.- Estamos casi a punto de celebrar el vigésimo cumpleaños del Convenio, ¿con cuántos miembros cuenta ahora mismo?, ¿puede recordarnos el motivo de su origen?
R.- El número de países que ha ratificado el Convenio ha ido creciendo paulatinamente durante estos años, en estos momento asciende a más de 170. El foco principal del Convenio hace 20 años era parar el tráfico ilegal de residuos desde los países desarrollados a los países en vías de desarrollo (había muchos incidentes); una situación que ha variado desde entonces.
P.- En estos 20 años de trayectoria, ¿cómo ha evolucionado el concepto de desecho, el de prevención y el de ciclo de vida útil?
R.- Hace 20 años el flujo de residuos era diferente de lo que es ahora. Los residuos peligrosos eran baterías disolventes, residuos de reacciones químicas, eran restos sin valor económico. Ahora, los residuos proceden de aparatos eléctricos y electrónicos, con un alto valor en sí mismos. En los países en vías de desarrollo, como India, Brasil o China, la gente tiene más acceso a los AEE, que cuentan con un ciclo de vida más corto, y se generan volúmenes de residuos más grandes de lo que se hacía anteriormente. Por otra parte, hay mayor demanda de materiales reciclados y de sus materias primas.
P. ¿Qué recomendaciones o procesos del Convenio se han trasladado de forma efectiva al mundo real?… En definitiva, ¿hasta qué punto se puede considerar un éxito el esfuerzo y el trabajo desarrollado durante todos estos años?
R.- Uno de los éxitos que podemos observar es la implicación de múltiples participantes, como los productores, fabricantes, consumidores, gestores de residuos… uniéndose para discutir e intentar resolver diferentes problemáticas. Por ejemplo, una actividad iniciada por la Convención de Basilea: la iniciativa sobre teléfonos móviles denominada Mobile Phone Partnership Iniciative (MPPI), ha conseguido reunir a productores, empresas de telefonía, proveedores de servicios, gestores de residuos, ONG y representantes de los Gobiernos para debatir juntos sobre algunos de los problemas que genera este tema y qué medidas tomar para solucionarlos. Ahora mismo acaba de iniciarse otro proyecto que está siendo debatido conjuntamente, denominada PACE, sobre equipos informáticos.
P. ¿Cuál es el concepto de «Gestión ambientalmente racional de desechos peligrosos» (ESM, en inglés) y cómo está siendo su desarrollo?
R.- De momento se están estableciendo los estándares para el ESM. La OCDE, por ejemplo, ha establecido los “core performance elements” (los elementos clave de rendimiento), y la Convención de Basilea también ha establecido los suyos. Ahora estamos trabajando en implementar aspectos más prácticos para intentar aplicarlos en las instalaciones. Por ejemplo, WEEELabex, con el que se pretende establecer unos estándares para la evaluación de las instalaciones en el ámbito de ESM. En Asia intentamos poder desarrollar prácticas similares en el futuro.
P. ¿Qué percepción e ideas se lleva de su visita a España para incorporar al desarrollo del concepto de «Gestión ambientalmente racional de desechos peligros»?
R.- Tengo una percepción muy limitada porque sólo me ha dado tiempo de estar en una instalación, esta misma mañana. Me he quedado muy impresionado de lo eficientemente que trataban a los residuos y, en concreto, el proyecto WEEE Trace me parece que es una actividad muy interesante, sobre todo en la forma en que se gestiona el proyecto.
P. Parece que la misión del Convenio (proteger la salud humana y el medio ambiente contralos efectos nocivos que pueden derivarse de la generación y gestión de los residuos peligrosos) debe pasar, entre otros aspectos, por un sistema eficaz de trazabilidad y un control efectivo de las aduanas. ¿Cuáles son las novedades que puede aportar el Convenio sobre estos asuntos?
R.- Una solución es intentar limitar los movimientos trasnfronterizos de un país a otro, pero al haber cada vez más residuos que son tratados por su alto valor económico no se soluciona el problema. De algún modo no se puede parar por lo que, además de regular los movimientos, hay que asegurarse de que las instalaciones que reciben estos materiales tengan altos estándares de tratamiento. Por eso es importante que se desarrollen a nivel operacional en las instalaciones ESM. Una solución es implementar la Convención de Basilea más correctamente y, la segunda, intentar desarrollar los criterios ESM y que se apliquen adecuadamente en las instalaciones o plantas de los países de destino. Estos dos aspectos no creo que sean suficientes, pero pienso que son necesarios.
P. ¿Cómo se está tratando en el Convenio el impacto medioambiental de las economías emergentes, como la China, India…?, ¿Estos países están adoptando medidas para controlar de una forma efectiva sus residuos?
R.- La gente tiene cierta confusión a este respecto, seguramente inducida en ocasiones por los medios de comunicación. Las imágenes que en ocasiones aparecen en televisión de niños intentando sacar materiales en vertederos no es la práctica general en China. Puede pasar en algunas partes del país, pero no es lo habitual y también hay buenas iniciativas que hay que dar a conocer.
Por ejemplo, en enero de 2011 China implementó de forma exitosa una ley para gestionar los RAEE; India va a implementar un mecanismo para la gestión de RAEE en mayo de este año, y el Gobierno ha permitido construir instalaciones en todo el país. Yo he tenido la oportunidad de visitar plantas en Bangalore Chenai, Mumbai… algunas de ellas lo hacen profesionalmente bien y están interesadas en ESM. Las malas prácticas conviven con las buenas en los países en vías de desarrollo. Se necesitan más mejoras, en aspectos tecnológicos y en aspectos sociales, pero pienso que están muy abiertos a aprender mejoras de otros países, como las que proceden de la Unión Europea. Mi opinión es que van a mejorar mucho y muy pronto.
En general, todo Asia tiene mucho interés en aprender muchas de las prácticas que se están desarrollando con éxito en la UE como, por ejemplo, WEEELabex y WEEE Forum, prácticas muy sofisticadas. Por ese motivo invitamos a José Ramón Carbajosa a nuestro último Congreso en Schenzen, China, por parte de la Red Asiática. Cada año celebramos este Congreso para intercambiar experiencias, buenas y malas, y poner en común medidas para solucionar los problemas. Empezamos las actividades en 2004, tenemos mucho contacto con los países del Sur de Asia y estoy desando trabajar con la gente de la UE para aprender juntos y que continúe la interacción.
P.- ¿En qué pueden coincidir la Conveción de Basilea con los objetivos del Milenio?
R.- Sobre todo con la protección del medio ambiente y de la salud humana.
ECONEWS DE MARZO DE 2012