El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, anunció que su departamento ha comenzado la revisión del Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015, para dar paso al nuevo Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos, “que deberá establecer las líneas generales de la gestión de residuos en España y que nos permitirá cumplir con los objetivos comunitarios en los plazos establecidos”.
El anuncio tuvo lugar durante la inauguración, en la sede del Ministerio, de la jornada “Los nuevos retos de la gestión de residuos de competencia municipal”, en la que participan representantes de la Comisión Europea, el Gobierno de Austria, las Comunidades Autónomas y de la Federación Española de Municipios y Provincias, así como de los agentes económicos y sociales implicados en la gestión de estos residuos, incluyendo los RAEE.
Arias Cañete resaltó que, en la actualidad, España y Europa están inmersas en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo “más sostenible, asentado en un uso más eficiente de los recursos que garantice la protección del medio ambiente y fomente el desarrollo económico”.
En ese marco, la introducción de mejoras en la gestión de los residuos “es uno de los aspectos clave para alcanzar los objetivos previstos en la Hoja de Ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos”, explicó al tiempo que señaló que la política comunitaria en este ámbito está enfocada a minimizar la generación de residuos a través de políticas de prevención, y a lograr el máximo aprovechamiento de los residuos, a través de la reutilización.
Para el ministro la prevención trae consigo importantes ventajas ambientales, sobre todo por la reducción significativa de emisiones de CO2, y por los beneficios económicos que conlleva para las empresas y consumidores, al permitir el ahorro en el consumo de materias primas y en la gestión de residuos que no se llegan a generar.
Asimismo, en este ámbito de la prevención “se generan nuevas oportunidades de negocio y de empleo en el campo del eco-diseño o de la reutilización, lo que redunda en una mayor competitividad de las empresas que incorporan estos aspectos en su cadena de valor”.
Para impulsar la prevención, Arias Cañete recordó que a finales del año pasado se aprobó el Programa Estatal de Prevención de Residuos 2014-2020, “que se completará con las medidas que establezcan las Comunidades Autónomas y Entidades Locales, y que deberá permitir que alcancemos, en 2020, el objetivo de reducción del 10% del total de los residuos generados, según lo previsto en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados”.
Según estimaciones de la Comisión Europeas, “si la UE aplicara en su totalidad la normativa de residuos y se reciclaran todos los materiales reciclables, se crearían 400.000 puestos de trabajo, de los que 55.000 se localizarían en España”, precisó el ministro, quien también destacó que la sustitución de vertederos por plantas de reciclaje generaría 130.000 puestos de trabajo adicionales, 20.000 de ellos en España.
En la actualidad, la Comisión Europa está finalizando la revisión de los objetivos de gestión de residuos a través de la Directiva Marco de residuos, la Directiva de vertederos y la Directiva de envases.
En relación con la primera de ellas, que incluye el objetivo de alcanzar, en el año 2020, el reciclado del 50% de los residuos domésticos y similares, Arias Cañete reveló que España recicló en 2011 alrededor del 30% de los residuos domésticos, “por lo que tenemos que impulsar actuaciones que permitan incrementar el reciclado en 20 puntos porcentuales.
Julio García Burgués, de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, asegura que, a pesar de que España cumple de momento los objetivos europeos, tiene una gestión de residuos “de las peores”. Por ello, debe caminar hacia la eliminación de los vertederos, destino todavía predominante de la mayor parte de los desechos, ha subrayado. Además, García Burgués ha anunciado que desde la Comisión están revisando la Directiva Marco de residuos, la Directiva de vertederos y la Directiva de envases para establecer nuevos compromisos más allá de 2020, aunque ha avisado que no se van a modificar los objetivos y los plazos ya establecidos.