Según las estimaciones de la FAO, un tercio del alimento total producido en el mundo termina siendo desechado. Y, según los cálculos de la Comisión Europea, en nuestro país cerca de ocho millones de toneladas de alimentos son desperdiciados cada año. Son datos aportados durante el mes de noviembre en la Semana a favor de la Reducción de los Desperdicios Alimentarios, uno de los compromisos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente incluidos en la estrategia «Más alimento, menos desperdicio», presentada el pasado mes de abril.
El titular de esta cartera, Miguel Arias Cañete, aprovecho la presentación de ese acto para recordar que la necesidad de abordar una estrategia frente al problema de los desperdicios alimentarios transciende de una coyuntura concreta.
En palabras del ministro, esta estrategia se enmarca en las políticas de sostenibilidad del sector alimentario desarrolladas por el Ministerio, destinadas a fomentar la transparencia, el diálogo y la coordinación entre los agentes de la cadena alimentaria y las administraciones públicas. Asimismo, se trata de desarrollar, de forma coordinada, actuaciones que contribuyan a facilitar un cambio de actitudes para lograr limitar el desperdicio alimentario.
En concreto, el ministro ha desgranado las cinco grandes áreas de actuación de la Estrategia, centradas en los ámbitos relativos al conocimiento de los límites y circunstancias relativas a este problema; el establecimiento e identificación de modelos de buenas prácticas para su difusión y promoción; los aspectos normativos; la colaboración con otros agentes; y el fomento y desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a minimizar su magnitud.
Por lo que respecta a la Semana de la Reducción de Desperdicios Alimentarios, Arias Cañete ha indicado que se incluyen diversas acciones informativas y de promoción, dirigidas a profesionales de la restauración, escuelas de hostelería, consumidores y escolares, bajo el lema “Buen aprovecho. Reduce el desperdicio de alimentos”.
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