La extracción de materias primas y su procesamiento puede tener efectos negativos en el Medio Ambiente, en función de los métodos y procesos utilizados, así como repercusiones sociales. Ante este contexto que describe el Consejo de la Unión Europea, el Consejo y el Parlamento han alcanzado un acuerdo provisional en torno a un marco para garantizar el suministro seguro y sostenible de materias primas fundamentales. Una manera de hacer frente a la escasez de recursos, materiales y productos.

La institución europea se marca objetivos como el refuerzo de las diferentes fases de la cadena de valor europea de las materias primas fundamentales; diversificar las importaciones para reducir las dependencias estratégicas; y garantizar su libre circulación en el mercado único con especial atención a la protección del Medio Ambiente, la mejora de su circularidad y sostenibilidad.
Así se enmarca este Reglamento de Materias Primas Fundamentales, un acuerdo con el que se sientan “las bases de la autonomía estratégica de Europa”, según ha señalado la vicepresidenta tercera del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien ha reconocido que la dependencia europea con las materias primas “es el talón de Aquiles de nuestra competitividad. Por eso, con esta normativa, “podemos crear un sector extractivo verdaderamente europeo; podemos convertir nuestros residuos en un recurso; podemos establecer vínculos más estrechos con terceros países y podemos garantizar un salvavidas para nuestra industria de una manera verdaderamente sostenible”.
Como ejemplos concretos, el 63% del cobalto mundial utilizado en las baterías se extrae en la República Democrática del Congo; el 97% del suministro de magnesio a la UE procede de China; y el 98% del suministro de borato a la UE procede de Turquía. Esta dependencia, apuntan desde la Comisión Europea, “combinada con el incremento de la demanda mundial como consecuencia de la transición hacia una economía digital y ecológica, hace que las cadenas de suministro sean vulnerables”.
Materias primas fundamentales
En la propuesta del Reglamento hay un listado con 34 materias primas fundamentales y objetivos para aumentar la contribución de la UE de estas sustancias. Los objetivos son un 10% para la extracción, 40% para el procesamiento y el 15% para el reciclado.
Se han nombrado 17 materias primas como estratégicas. La razón es que se espera que su suministro crezca de forma exponencial. Además, la necesidades de producción son complejas y, por tanto, corren mayor riesgo de sufrir problemas de suministro. Los materiales son los siguientes: níquel, grafito natural, galio, manganeso, metal de titanio, metales del grupo del platino, tierras raras pesadas, germanio, silicio metálico, cobalto, aluminio/bauxita, litio, tierras raras ligeras, wolframio, bismuto, boro/borato, y cobre.
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