Cada vez es más habitual ver cómo el hielo de la Antártida o en el Ártico son protagonistas por desprendimiento o por deshielo. Estas cuestiones se han convertido en algo más ordinario que extraordinario debido al cambio climático. El crecimiento de la temperatura del planeta provoca directamente que el deshielo actúe en los polos, algo que se ha acelerado en los últimos años.

La situación de deshielo de los glaciares que está sufriendo la Antártida “se ha catalogado como irreversible”, según explica Manos Unidas. De hecho, se señala que, si los gases de efecto invernadero siguen aumentando, “el deshielo provocará una elevación del océano global de entre 1 y 37 centímetros”. Esto lleva consigo una futura erosión, inundaciones, contaminación de suelos y la pérdida de hábitat animal y vegetal.
La elevación del nivel del mar es sólo una de las consecuencias del deshielo. A este problema hay que sumar, entre otras muchas, una transformación de los paisajes, el desplazamiento de pueblos y “perturba los frágiles hábitats de los animales; amenaza, además, con liberar microorganismos peligrosos y posibles emisiones del carbono que se encontraban en su interior y que lleva congelado miles de años”, tal y como enumera Naciones Unidas. Además, el descongelamiento del permafrost afecta a las comunidades indígenas del Ártico.
ODS 13 Acción por el clima
El Pacto Mundial de la ONU, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, explica que la “concentración de CO2 en la atmósfera se ha acelerado en los últimos años, llegando a superar récords históricos en 2019”. Las consecuencias sobre el planeta “son directas, provocando el calentamiento de los océanos, el aumento del nivel del mar, la descongelación de los polos, la pérdida de biodiversidad y fenómenos meteorológicos extremos”.
Aquí, se encuadra el ODS 13, que pretende “introducir el cambio climático como cuestión primordial en las políticas, estrategias y planes de países, empresas y sociedad civil, mejorando la respuesta”.
La responsabilidad de que el cambio climático vaya lo más lento posible es de lo ciudadanos. Todos podemos colaborar en la reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero. Algunas cuestiones como sumarse a la movilidad sostenible, el reciclaje o el uso eficiente de los AEE, son clave para hacer frente al cambio climático.
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