¿Tienes la suerte de vivir en un sitio de playa, o tienes relativamente cerca alguna? ¿Eres de lo que se baña en el mar en cualquier época del año? ¿Te da igual a qué temperatura esté el agua para darte un chapuzón? Tienes que saber que existen beneficios de bañarse en el mar en invierno. Hay beneficios para nuestra salud y nuestro organismo, muchos que seguro que desconoces. Seguro que tras conocerlos te animas a bañarte incluso un mayor número de veces, o empiezas a bañarte en el mar en estos meses si eres de los que no nunca ha vivido esta experiencia.

A continuación, te mostramos algunos de los beneficios de bañarse en el mar en invierno.
– Mejora la circulación: El agua fría mejora la circulación sanguínea. Seguro que conoces a alguien que se ducha habitualmente con agua fría. Si has estado en algún spa te habrás fijado que existe algún espacio en el que el agua fría sea protagonista. Bañarse en el mar en invierno también es bueno para las varices y para la piel.
– Fortalece los huesos: El agua del mar contiene muchas propiedades saludables. En este caso, los huesos son grandes beneficiados si nos bañamos en el mar durante el invierno. Los huesos se fortalecen y, por tanto, previenen enfermedades.
– Aleja los resfriados: Aunque parezca mentira, darse un baño en el mar en invierno tiene todos los ingredientes para que prevengas los resfriados habituales de estas fechas. La razón es el que el agua del mar en invierno fortalece el sistema inmune, es decir, nuestras defensas se hacen más fuertes.
– Combate el estrés y duerme mejor: Bañarse en el mar en pleno invierno despeja la mente y aleja todo el estrés que llevemos en nuestro día a día. Este hábito aporta relajación al cuerpo y hace, además, que durmamos mejor por las noches.
Recomendaciones
También hay que seguir unas recomendaciones para disfrutar de todos los beneficios que ofrece el mar a los bañistas en pleno invierno. Por ejemplo, no hay que excederse en el tiempo dentro del agua. La inmersión prolongada puede producir hipotermia, y es que hay que recodar que la temperatura habitual de las personas ronda los 37 grados. No te sumerjas en el agua rápidamente, adáptate a su temperatura de manera gradual. Y calienta tu cuerpo una vez que salgas del agua, pero no lo hagas de manera brusca, es decir, evita las duchas calientes. Siempre es bueno bañarte acompañado. Recuerda que hay que tener mucho cuidado con las corrientes de agua. Consulta siempre el estado del mar antes de ir a bañarte.
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