Cada año se generan cerca de 1.300 millones de toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en el mundo. Un volumen que se incrementa rápidamente y que, según un estudio realizado por el Instituto Worldwatch, se duplicará en 2025, con especial énfasis en los países en desarrollo. Una tendencia que afectará gravemente a nuestros entorno y a la salud de los ciudadanos. Según esta institución, «en la medida que los RSU no sean tratados como un recurso (en la mayoría de los países no es así), este índice se erigirá como un indicador de insostenibilidad económica».
Fundado en 1974 por Lester Brown como un Instituto de investigación independiente sobre temas medioambientales a nivel mundial, Worldwatch fue rápidamente reconocido por los líderes de opinión de todo el mundo y sus análisis no pasan desapercibidos para nadie. Desde Worldwatch se desarrollan soluciones innovadoras para tratar problemas considerados casi intratables, donde se analiza tanto las funciones de los gobiernos, como las de las empresas y la acción de los ciudadanos en su participación para lograr hacer un mundo más sostenible.
Las cifras del informe sólo toman en cuenta los RSU (material orgánico, papel, plástico, metales y otros desechos) recogidos exclusivamente por las autoridades municipales procedentes sobre todo de los hogares, oficinas, instituciones y establecimientos comerciales. Por lo tanto, es una cifra que no toma en cuenta los residuos recogidos fuera de los programas municipales, ni incluye los desechos industriales, de construcción, agrícolas o aguas residuales.
Según los datos de Worldwatch, una cuarta parte de la basura mundial se gestiona medioambientalmente mediante el reciclaje. No obstante, y a pesar de que las tasas varían enormemente según la región del mundo (por ejemplo, 1,6 millones de toneladas por día en las 34 naciones que forman parte de la OCDE, por 200.000 toneladas en el África subsahariana), el incremento en los países más industrializados ha tenido valores muy similares.
El interés por la recuperación de los residuos parece impulsado por una maduración en materia legislativa y de los mercados para la compra de materiales procedentes del reciclado. El mercado mundial de la chatarra de metal y el papel facturan unos 30.000 millones de dólares al año.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que el mercado de gestión de residuos maneja unos 400 millones de dólares a nivel mundial y que, para conseguir crear un sector «verde» de los residuos, habría que conseguir aumentar 3,5 veces el reciclaje de residuos urbanos a nivel mundial, incluida la recuperación casi completa de todo el material orgánico a través del compostaje o la valorización energética.
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