En España (Canarias y Zaragoza), la operación «Refresco», dirigida por la Fiscalía de Medio Ambiente y llevada a cabo por la Guardia Civil, ha dado como resultado la detención de 97 personas por comerciar ilegalmente con gas R-22, utilizado por los barcos pesqueros para congelar en alta mar, un gas prohibido por los países de la Unión Europea por sus efectos dañinos sobre la capa de ozono.
Los agentes han intervenido 150.000 kilos de R-22, cuyo comercio hubiera proporcionado cuatro millones de euros en este año. Hay que recordar que le UE prohibió este gas especialmente tóxico que genera daños en la capa de ozono, aunque permite que empresas de los países comunitarios (con una cuota prefijada) lo compren en el mercado asiático para luego reenvasarlo y exportarlo a estado que todavía permiten su uso.
Según el responsable de la intervención, además de hacer un uso ilegal de esta autorización en Las Palmas de Gran Canaria y Zaragoza, este gas no se empleaba para refrigerar en alta mar, sino en tierra, con el consiguiente daño medioambiental. Los implicados adquirían el gas a un precio de entre 4 y 8 euros el kilo y lo vendían a 40. Una práctica que, además, impedía competir en igualdad de condiciones a otras empresas que actuaban dentro de la legalidad.
Durante la operación, la Fiscalía ha mantenido permanente contacto con las autoridades comunitarias, que han enviado a España a un alto cargo para conocer de primera mano los resultados.
Europa reduce el uso de productos químicos que destruyen la capa de ozono
En la Unión Europea las empresas están obligadas a informar sobre el uso (producción y/o consumo, importaciones, exportaciones y destrucción) de sustancias que dañan la capa de ozono (ODS). Según un informe de la Agencia Medioambiental Europea (EEA), durante 2011 fueron 189 las empresas las que informaron de sus actividades al respecto. Los resultados parecen esperanzadores. El consumo de ODS en Europa es significativamente inferior comparado con los niveles de ejercicios anteriores; la producción de ODS ha disminuido de manera constante desde 2006, con un significativo descenso (debido a la crisis económica de 2009) para aumentar parcialmente en el año 2010 y volver a disminuir en 2011.
En cuanto a las importaciones de esos productos químicos causantes del agujero en la capa de ozono, también han retrocedido desde 2006 (a pesar de que entre 2010 y 2011 se incrementaron un 5%, si se mide en toneladas métricas, o el 8,3% si se ponderan por su efecto sobre la capa de ozono. Casi la mitad de las importaciones procedieron de China y un tercio de los Estados Unidos.
En el capítulo de las exportaciones, disminuyeron de manera constante desde el año 2006 a una tasa promedio del 27% cada año. Según el informe, esto se debe principalmente a la disminución de la producción y el uso cada vez mayor de la producción restante de «materia prima». En tales casos, los productos químicos se utilizan para producir sustancias no controladas y no se emite a la atmósfera.
En estos momentos, más de 200 productos químicos son controlados por el Protocolo de Montreal, productos que fueron utilizados como refrigerantes, propelentes en los aerosoles, agentes espumantes en la fabricación de espumas y extintores.