Con el desarrollo de las nuevas tecnologías son cada vez más los juguetes que incorporan algún elemento eléctrico o electrónico. Los padres saben que en muchas ocasiones hay pilas que cambiar o alguna batería que cargar, lo que desconocen la mayor parte de ellos es que esos juguetes con los que disfrutan nuestros hijos pueden resultar altamente contaminantes para el medio ambiente. Además de plástico, incorporan pilas, circuitos, cables… elementos todos ellos que requieren un adecuado proceso de reciclaje.
Lamentablemente nos encontramos con que, una vez han dejado de cumplir su cometido lúdico, muchos de ellos pasan a convertirse en un residuo tirado indiscriminadamente en el cubo de la basura, convirtiéndose en un elemento muy peligroso para nuestro entorno. Su ciclo de vida es muy rápido. En muy poco tiempo son desdeñados por nuestros menores, pasan a ser objetos inservibles que ocupan demasiado espacio en casa y, lamentablemente, una gran parte se deposita en los cubos de basura, en muchas ocasiones fuera de ellos con la (sana pero equivocada) intención de que lleguen a manos de otros niños. Al final, lo que se logra es que acaben en vertederos incontrolados contaminando aire y acuíferos y, con ello, nuestra salud.
Para acercarnos un poco más a esta problemática hemos entrevistado a Carlos Arvelo, gerente de Jugueterías Arvelo, cadena de referencia en Canarias que desde hace ya 40 años trabaja fiel a su compromiso con la calidad y el medio ambiente. Conforme a este compromiso Jugueterías Arvelo renueva este año su colaboración con la Fundación Canaria Recicla para la correcta gestión de los juguetes electrónicos puestos en el mercado una vez se convierten en residuos.
P.- ¿De dónde nace la preocupación por el medio ambiente de su empresa?
R.- Jugueterías Arvelo es una empresa familiar con un fuerte arraigo, no vivimos ajenos a lo que la sociedad canaria está pasando. Nuestra preocupación por los problemas sociales y ambientales de nuestra comunidad nace de nuestro propio modelo de negocio basado en el trato cercano a nuestros clientes. Hablamos con ellos, sabemos qué cuestiones les preocupan e intentamos que estén satisfechos. Esto se traduce en acciones solidarias como las donaciones de juguetes a ONGs y ambientales, como nuestra colaboración con la Fundación Canaria Recicla. En este sentido, hemos sido pioneros como primera juguetería canaria en adherirse a un Sistema Integrado de Gestión para el correcto reciclado de los juguetes electrónicos.
P.- ¿Tiene constancia de qué porcentaje de los juguetes puestos en el mercado es eléctrico y/o electrónico ; y de cuál es su ciclo de vida, cuánto tardan de media en convertirse en residuo?
R.- Según nuestra experiencia, los juguetes electrónicos ya suponen un 8% de nuestras compras y el porcentaje aumenta cada año. Lo que está claro es que los más pequeños no son ajenos a la era tecnológica y que cada vez consumen mayor cantidad de juguetes que incorporan dispositivos electrónicos. En cuanto al ciclo de vida de los juguetes se trata de un producto con un ciclo de vida más bien corto, los niños crecen y dejan de jugar con ellos, sin embargo, cuando el producto es de calidad se puede alargar la vida útil a través de su donación.
P.- Se hacen campañas puntuales, sobre todo navideñas, para la donación de juguetes, es decir, para su reutilización. Pero, a diario, vemos los contenedores con este tipo de residuos, en apariencia benignos. ¿Somos conscientes de lo peligrosos que son para nuestra salud y el medio ambiente cuando se convierten en residuos y no son tratados adecuadamente?, ¿se conciencia adecuadamente a la población sobre su peligrosidad?
R.- En efecto, la donación de juguetes es una fantástica vía para la reutilización. Un juguete de calidad puede ser usado durante años por diferentes niños, pasando entre hermanos, primos, vecinos o siendo donado a niños con pocos recursos. Durante las campañas navideñas muchos padres muestran preocupación porque otros niños puedan disfrutar de los juguetes, en ese sentido, cada vez somos más solidarios, pero lo que muchos no saben es que una vez finaliza su vida útil el juguete debe llevarse a reciclar. Para hacer consciente a la población de esa necesidad el año pasado llevamos a cabo con éxito una campaña de concienciación junto a la Fundación Canaria Recicla. Durante el periodo navideño un enorme papa Noel verde, nos invitaba a reciclar los juguetes estropeados en lugar de tirarlos al cubo de la basura.
P.- Desgraciadamente, el compromiso medioambiental de Jugueterías Arvelo aún no es seguido mayoritariamente por otros productores canarios, ¿qué les diría para convencerles de que su ejemplo es el adecuado, más allá de cumplir con la Ley? (porque no olvidemos que detrás hay un Real Decreto que exige la correcta gestión de este tipo de residuos).
R.- Tras 6 años desde la entrada en vigor del Real Decreto, considero que los importadores y fabricantes de aparatos eléctricos y electrónicos han tenido tiempo más que suficiente para cumplir con sus obligaciones para la correcta gestión de sus residuos. Tenemos constancia de que muchas empresas están haciendo oídos sordos a esta obligación legal porque hasta ahora no había inspecciones por parte de la Administración Pública. La consecuencia es que hacen competencia desleal a las empresas que trabajamos dentro del marco legal y que apostamos por el medio ambiente.
P.- ¿Qué es lo que debe hacer el ciudadano una vez que un juguete eléctrico o electrónico se ha roto o ha dejado de interesar a sus hijos?
R.- En colaboración con la Fundación Canaria Recicla en las tiendas Arvelo recogemos gratuitamente los juguetes eléctricos y electrónicos fuera de uso. Nuestra amplia red de tiendas dispone de contenedores para la recogida de estos residuos. Se trata de una apuesta pionera que esperamos sea secundada por el resto de Jugueterías de la Asociación de Jugueteros de Canarias, asociación de la que Arvelo ostenta la presidencia.
P.- ¿Su cliente objetivo valora su compromiso ambiental?
R.- Actualmente los jugueteros sufrimos una fuerte competencia de productos “low cost” de mala calidad que muchas veces incumplen la normativa europea de seguridad y que por supuesto no están cumpliendo la ley en cuanto a su correcto reciclaje. Afortunadamente, nuestro cliente valora la calidad del producto que compra, así como una buena gestión ambiental.
P.- ¿Por qué eligieron a Fundación Canaria Recicla para gestionar el reciclaje de sus juguetes?.
R.- La Fundación Canaria Recicla es el único Sistema Integrado de Gestión 100% canario, disponen de un conocimiento profundo de nuestra realidad insular por lo que dan soluciones adaptadas a la misma. En 2010 apostamos por ellos y nos sentimos más que satisfechos por los resultados que están teniendo. En poco tiempo se han convertido en un referente en el tema ambiental que han sabido conjugar con un fuerte compromiso social.