El pasado 17 de mayo, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Reciclaje, la revista «Anoche tuve un Sueño» en colaboración con los SIG Ecolec, Ecopilas y Signus, realizaron en Madrid una mesa redonda bajo el título «¿Ya no te sirve? Nos sirve a todos. ¡Recicla!». ¿La intención?: Abrir un diálogo que aportara ingredientes con los que poder elaborar un cóctel compuesto por una parte material, el reciclaje de residuos; y unas gotas de Ideas y Sueños, en la parte más onírica.
Encuadrada dentro de su Ciclo de simposios de 2012, la mesa redonda (moderada por Helena Resano, periodista y presentadora de Informativos La Sexta) estuvo compuesta por Espido Freire, escritora y creadora de la escuela literaria E+F; Manolo HH, periodista de RNE; Mayte Ariza, experta en Coaching; José Ramón Carbajosa, director general de Ecolec; José Pérez García, presidente de Ecopilas; Jesús María Núñez Ímaz, director general de Signus, y Pedro Poveda, socio del bufete Gómez-Acebo&Pombo.
El planteamiento inicial, demoledor. Cada europeo genera 513 kilogramos de residuos al año de los que sólo se recicla el 25%. En España, este porcentaje desciende hasta el 15%. Un escenario sobre el cual fueron disertando los participantes para lanzar preguntas (público incluido), intentar explicar las razones de esos ínfimos porcentajes de reciclaje y dar posibles soluciones al respecto.
Los responsables de los SIG presentes (Ecolec, Ecopilas y Signus) esgrimieron los datos de su actividad. Para el director de Signus, SIG de neumáticos usados, el logro real de la asociación sin ánimo de lucro que representa está en que desde 2006 (por el RD 1619/2005) no se tira ningún neumático en vertederos y pueden aprovecharse sus materiales. El sueño: «Sería que nos den dinero cuando entreguemos nuestro viejo neumático».
La Fundación Ecolec, a través de su director general (el primero de la izquierda en la imagen), expuso un dato y lanzó una pregunta. Durante 2011, los 12 SIG españoles recogieron 3,3 kilos por habitante y año, de los 11 que se generan al año. ¿Dónde están los ocho kilos por habitante y año que faltan?.
En el turno de Ecopilas, su presidente hizo referencia al volumen de residuos tratados por este SIG, a algunos hitos como la prohibición del mercurio en las pilas, y a la importancia actual del Ecodiseño, «una forma de hacer la tarea de reciclar más fácil y económica en la que están involucrados los principales fabricantes».
Manolo HH, periodista radiofónico de RNE, cree que es posible un mundo mejor donde el idealismo y el realismo puedan cohabitar. Para el abogado Pedro Poveda, «el BOE no cambia conductas, lo hace el comportamiento ciudadano», y mientras se consigue esta concienciación, alaba la labor de los SIG (tanto de los presentes como los ausentes en la mesa).
Mayte Ariza (coaching) hace la primera referencia expresa a la crisis. Se define a sí misma como una mujer soñadora que ha vivido permanentemente en crisis. Proclama que reinventarse y reciclar es la forma de lograr salir de ella. Las herramientas son el optimismo y la energía. Para Mayte Ariza, «el coaching es una manera de acelerar este proceso, que es también mental, como forma para cambiar comportamientos».
Por el lado de las letras, la novelista Espido Freire, ganadora del premio Planeta de 1999 con la obra «Melocotones helados», relaciona las mediocres cifras del reciclaje con la soberbia y la falta de creatividad. La base «recicladora» de la escritora bilbaína se cimienta en la profesión de su madre, modista, «una persona que no tiraba la ropa sino que la transformaba continuamente». Un proceso de interiorización y concienciación que Freire desarrollaría posteriormente en una estancia en Escandinavia, uno de los bastiones del reciclaje como postulado moderno y atractivo de afrontar la vida.
Ya metidos de pleno en el debate, compartido con el público presente en el acto, la conversación fue girando en torno a temas de actualidad del reciclaje. Desde los ayuntamientos de Bildu donde la recogida es tan selectiva que han puesto en la calle una serie de perchas con los nombres de cada vecino para la recolección diferenciada de cada tipo de residuo y una política de fuertes sanciones para quienes lo incumplan, tema sobre el cual Pedro Poveda, socio del bufete Gómez-Acebo&Pombo, manifestó su opinión de desmesura: «la recogida selectiva debe ser sencilla para el ciudadano», y sobre el que también expresó su opinión José Pérez García, presidente de Ecopilas: «aunque la Ley establece que paga quien contamina, la responsabilidad debe ser compartida, con formación y concienciación» (no sólo con multas).
Algunos, entre el público presente, manifestaron sus dudas sobre si el reciclaje no lo paga ya la ciudadanía con los impuestos. José Ramón Carbajosa, director general de Ecolec, les aclaró la diferencia entre ser consumidor de un producto determinado y el sobrecoste del reciclaje que conlleva su uso y disfrute, y ser contribuyente. «Sólo paga quien contamina», e hizo referencia a la necesidad de desarrollar una política industrial en torno al mundo del reciclaje.
Para Espido Freire, la solución está en «vender» el reciclaje de una forma estética, económica e ideológica. Convencer a los individuos y, sobre todo, a las empresas de los beneficios que reporta reciclar.
No podía obviarse la crisis económica, Manolo HH, periodista de RNE, sostiene que la crisis obliga al reciclaje. Hizo referencia y defensa de la economía productiva frente a la especulativa y resumió los ingredientes del éxito del reciclaje en tres: «Optimismo, sentido común y compromiso».
Por cierto, sobre la pregunta que lanzó José Ramón Carbajosa al inicio de su intervención: «Durante 2011, los 12 SIG españoles recogieron 3,3 kilos por habitante y año, de los once kilogramos per cápita que se generan al año. ¿Dónde están los ocho kilos por habitante y año que faltan?», aún no tenemos una respuesta definitiva. Perfectamente podría formar parte de los denominados «Problemas del Milenio», una serie de conjeturas matemáticas sobre los que existe una fuerte evidencia empírica de ser ciertos, pero de los que no se conoce una demostración matemática rigurosa.